martes, 16 de noviembre de 2010

MI SALTA "LA LINDA"

CACHI


solitariamente blanco 

Cachi es un pueblo anterior a la dominación española donde antiguamente habitaban los Chicoanas. 

Hoy, su población se levanta entre la unión de los ríos Cachi y Calchaquí, y a lo largo de sus manzanas pueden observarse vestigios del pasado. 

Muchos de ellos se encuentran atesorados en su pintoresca iglesia parroquial del siglo XVIII, en su Museo Antropológico y en el hermoso Museo de Arqueología Pio Pablo Díaz, donde además de objetos del hombre antiguo pueden observarse fósiles de viejos peces y enormes dinosaurios. 

En Cachi, anualmente se realizan varios festivales: el Festival de la Tradición Calchaquí, el Festival de la Canción, la Fiesta a San José -llamativa en todo el Norte porque se realiza la quema de cardones muertos- y la peregrinación al cerro de la Virgen Reina de los Cielos. Otros eventos que anualmente congregan a todos los salteños son el Encuentro de Artesanos del valle Calchaquí y el concurso de la comida Vallista.







Desde Salta, hay que tomar la ruta 68 hacia el sur de la provincia, hasta llegar aproximadamente a la localidad de El Carril. A metros de allí, aparece la ruta provincial 33, que nos conduce hasta la quebrada de Escoipe, un lugar realmente maravilloso desde donde comienza a recorrerse uno de los rincones más pintorescos del norte argentino. 





Aquí, el camino transita entre una vegetación casi selvática, donde reinan los helechos a lo largo del río que da origen a la quebrada de Escoipe y que, con sus crecidas y sequías, ha estado custodiando estos rincones desde hace millones de años. 



Hacia la cuesta del Obispo








De a poco, y luego de transitar casi 80 kilómetros, el camino comienza a cambiar rotundamente. La aridez le va ganando metros a la selva y lentamente comenzamos a ganar altura, dejando los 1000 metros hasta llegar casi a los 2000 metros sobre el nivel del mar.


(Llamada así, porque en 1.622, la máxima autoridad eclesiástica salteña de la época, Moseñor Cortázar, viajaba desde la actual capital salteña a Cachi. Tuvo que pernoctar en la mitad de la subida. En los primeros tiempos, el camino fue llamado “Cuesta de la dormida del Obispo”, pero luego se simplificó con el nombre como hoy se la conoce.
Históricamente, el Valle Calchaquí era mucho más poblado que el Valle de Lerma. Primero los nativos que ocuparon las fértiles tierras a la vera del río del mismo nombre, luego éstos fueron sometidos por los incas y más tarde éstos por los españoles conocidos encomenderos…
Esta cuesta fue testigo del desarraigo de los chicoanas que vivían en el Valle Calchaquí y que fueron trasladados hacia donde hoy se localiza la actual Chicoana en el Valle de Lerma.)




La cuesta del Obispo, como se la conoce en los mapas, es un verdadero paraíso donde puede apreciarse cómo el trabajo laborioso del hombre logró hacerse “camino al andar”, como dice el popular dicho.





Valle Encantado

En la actualidad, la cuesta, de 20 km., es ancha, enripiada y permanentemente conservada. Es incierta su pavimentación debido a que presenta una marcada falla geológica visiblemente reconocible de color amarillento.

Presenta dos bifurcaciones: Una hacia la derecha que conduce a La Zanja, excelente zona porotera; y otra cerca del km.15 hacia la izquierda que lleva tras 3 km. en descenso al Valle Encantado. Lugar que hace honor a su nombre, poblado de lagunitas que se forman por las lluvias y gran cantidad de flores que contrastan entre las inhertes formaciones pétreas bajo la atenta mirada de los cóndores que revolotean este sector del Parque Nacional Los Cardones.. 







La cuesta culmina en la Piedra del Molino a 3.340 m.s.n.m., una auténtica roca de granito para moler, que no se sabe quién la dejó allí, ni por qué. 




La famosa recta del Tin Tin


La Recta Tin Tin es una línea recta perfecta de 18 Km de extensión trazada a 3000 m.s.n.m. Las referencias históricas indican que la recta habría sido obra de los nativos, quienes se valieron de fogatas a modo de jalones. Actualmente pavimentada, en su extensa planicie se pueden observar innumerables cardones. A la derecha está el cerro Negro y hacia la izquierda el cerro Tin Tin.




Ahora, el camino se ha vuelto monótono y ya pavimentado, deja a ver a ambos lados siluetas de cardos de distintos tonos de verde y amarillos que con sus espinas parecen vigías naturales. 




La recta del Tin Tin posibilita también la observación de decenas de animales que se encuentran en peligro de extinción. Entre ellos, la vicuña y el huemul -o pequeño ciervo del norte-, además de grandes cóndores que sobrevuelan la zona esperando el momento adecuado para bajar a comer.








Tras no más de 20 kilómetros, el camino nos deposita en el pequeño y blancuzco poblado de Cachi, un lugar donde el reloj parece haberse detenido quién sabe por cuánto tiempo. 







Cachi, solitariamente blanco


El pueblo de Cachi nace en la unión de los ríos Cachi y Calchaquí a 2280 metros sobre el nivel del mar. Es parte del Valle Calchaquí,  rodeado de cerros y montañas pertenecientes a la Precordillera de Los Andes. El Nevado de Cachi es un cordon montañosos con nueve cumbres, el pico más alto es “El Libertador” que alcanza los 6380 m.s.n.m y se eleva a 75 km del pueblo de Cachi.




El poblado de un estilo colonial mezclado con lo que dejaron de herencia sus primitivos habitantes. Posee una plaza central rodeada de calles adoquinadas y casas con bases de piedras, paredes de adobe revestidas de cal y arena de color blanco, rejas de hierro forjado, techos de Cardón o caña cubiertas con barro. Poseen altas veredas de piedras y lajas. Sus calles empedradas,  adoquinadas y de tierra poseen canales de riego.






En la parte Central del pueblo se encuentra la plaza principal 9 de julio, al frente, el Museo arqueológico y la Iglesia que en su interior resguarda la imagen del Patrono San José. Para su día se celebra la Fiesta Patronal, todos los 18 y 19 de Marzo. 









La Quema de Cardones
 Esta tradición se realiza el 18 de Marzo, con motivo de la víspera de la Fiesta Patronal. El pueblo reunido demuestra el fervor y devoción al Santo Patrono San José con la Quema de Cardones. Esta es una ofrenda, la luz de la vida, el espíritu santo, la fe del pueblo unido en la espera.
No se conoce cuando se inició este rito y cual fue su inicial motivo, se cree en una inserción o sincretismo religioso, la unión de una tradición ancestral pagana y el cristianismo.
 La madera de Cardón es apreciada por su característica forma y textura que la hace una madera especial. Actualmente el Cardón es una especie protegida por el Parque Nacional Los Cardones. Debido a su masiva extracción para la realización de muebles, ha disminuido notablemente su número. Su crecimiento es de medio a dos centímetros por año. 
Actualmente en la Quema de Cardones se utiliza un 20 % madera de viejos Cardones caídos, mientras que el resto es reemplazado por otra madera.




Dejando Cachi, es posible continuar viaje hasta la hermosa Cafayate, transitando una de las rutas más hermosas y místicas que tiene nuestro país: la famosa Ruta 40, que une la localidad de la Quiaca, en el Norte, con Ushuaia, el extremo sur de Argentina, y que para muchos es el esqueleto de la república. 



sábado, 13 de noviembre de 2010

SE FELIZ!!!!





Se cuenta una fábula acerca de un joven huérfano que no tenía familia ni nadie que lo amase. Sintiéndose triste y solitario, caminaba un día por un prado cuando vio una pequeña mariposa atrapada en un arbusto espinoso.


Cuanto más pugnaba la mariposa por liberarse, más profundamente se le clavaban la espinas en su frágil cuerpo. El muchacho liberó con cuidado a la mariposa, pero ella, en lugar de irse volando, se transformó ante sus ojos en un ángel.

El muchacho se frotó los ojos sin poder creerlo mientras el ángel decía:
- Por tu maravillosa bondad, haré lo que me pidas.
El muchachito pensó por un momento y luego dijo:
- Quiero ser feliz.
- Muy bien -le respondió el ángel y luego se inclinó hacia él, le susurró al oído y
desapareció.


Al crecer el pequeño, no hubo nadie en el país más feliz que él. Cuando la gente le pedía que les dijese el secreto de su felicidad, solamente sonreía y decía: “Escuché a un ángel cuando era niño”.
En su lecho de muerte, sus vecinos se reunieron a su alrededor y le pidieron que divulgase el secreto de su felicidad antes de morir. Finalmente, el anciano les dijo: “El ángel me dijo que cualquiera, sin importar lo seguro que pareciese, fuese joven o viejo, rico o pobre, me necesitaría”.


Con frecuencia amamos las cosas y usamos a las personas, cuando en realidad deberíamos usar las cosas y amar a las personas.

martes, 9 de noviembre de 2010

Parábolas de vida y Esperanzas

El Negro
Estamos en el comedor estudiantil de una universidad alemana.




 Una alumna blanca e inequívocamente germana adquiere su bandeja con el menú en el mostrador del autoservicio y luego se sienta en una mesa. Entonces advierte que ha olvidado los cubiertos y vuelve a levantarse para cogerlos.




 Al regresar, descubre con estupor que un chico negro, probablemente subsahariano por su aspecto, se ha sentado en su lugar y está comiendo de su bandeja. De entrada, la muchacha se siente desconcertada y agredida; pero enseguida corrige su pensamiento y supone que el africano no está acostumbrado al sentido de la propiedad privada y de la intimidad del europeo, o incluso que quizá no disponga de dinero suficiente para pagarse la comida, aun siendo ésta barata para el elevado estándar de vida de nuestros ricos países. 




De modo que la chica decide sentarse frente al tipo y sonreírle amistosamente. A lo cual el africano contesta con otra blanca sonrisa. A continuación, la alemana comienza a comer de la bandeja intentando aparentar la mayor normalidad y compartiéndola con exquisita generosidad y cortesía con el chico negro. 




Y así, él se toma la ensalada, ella apura la sopa, ambos pinchan paritariamente del mismo plato de estofado hasta acabarlo y uno da cuenta del yogur y la otra de la pieza de fruta. Todo ello trufado de múltiples sonrisas educadas, tímidas por parte del muchacho, suavemente alentadoras y comprensivas por parte de ella. Acabado el almuerzo, la alemana se levanta en busca de un café. Y entonces descubre, en la mesa vecina detrás de ella, su propio abrigo colocado sobre el respaldo de una silla y una bandeja de comida intacta. 






Dedico esta historia deliciosa, que además es auténtica, a todos aquellos españoles que, en el fondo, recelan de los inmigrantes y les consideran individuos inferiores. A todas esas personas que, aun bienintencionadas, les observan con condescendencia y paternalismo. Será mejor que nos libremos de los prejuicios o corremos el riesgo de hacer el mismo ridículo que la pobre alemana, que creía ser el colmo de la civilización mientras el africano, él sí inmensamente educado, la dejaba comer de su bandeja y tal vez pensaba: "Pero qué chiflados están los europeos". 

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Plantas que alivian y ayudan a curar



El uso de las plantas medicinales se conoce desde épocas milenarias. A pesar de los desarrollos científicos y de las técnicas farmacológicas, las plantas hoy siguen siendo una de las mejores opciones cuando de enfrentar algunas enfermedades se trata.
Como se sabe, los vegetales tienen compuestos que, incluso después de ser aislados, son la base de medicamentos que se consumen en forma de pastillas y jarabes.
A pesar de sus bondades, es claro que hay que mirarlas como un elemento complementario y jamás como la base absoluta de los tratamientos.
Por eso, es clave utilizarlas bajo la supervisión de un profesional que indique cuál es la planta medicinal para nuestra necesidad, por cuánto tiempo podemos utilizarla y cuál es la mejor forma de consumirla.

Algunas pueden consumirse como alimentos dentro de la dieta diaria. Ese es el caso del tomate, cuyo principio activo es el licopeno, que tiene acción oxidativa.
Las formas más comunes de uso son infusión, decocción, maceración o cremas de aplicación local, que se consiguen en preparaciones comerciales.


¿Cuáles son sus ventajas?
Por ser naturales, no tienen efectos colaterales, así que pueden utilizarse como complemento de tratamientos convencionales.
Tienen acción básica sobre los aparatos respiratorio, circulatorio, digestivo, y en los sistemas óseo, muscular y nervioso.
Pueden ayudar a regular los trastornos del sueño.
Su margen de acción es muy amplio y su costo es bajo.
Caléndula

Antiinflamatoria y cicatrizante. Se utiliza en manejo de heridas y en casos de gastritis crónica. Se encuentra en crema y se recomienda su uso en afecciones de piel como la rosácea. También se le reconocen propiedades antisépticas.
Ayuda a sanar úlceras y se puede tomar en infusión o decocción. En el campo de la cosmética se emplea como astringente facial.
Aloe vera o sábila
Humecta y suaviza. En quemaduras el cristal de sábila se aplica una o dos veces al día sobre la piel afectada.
Se puede consumir con jugo de papaya para mejorar trastornos digestivos como úlceras, problemas de colon y estreñimiento (una vez al día, máximo dos meses).
Diente de león

Estimulante de la función hepática y biliar; depura la sangre de toxinas y protege el hígado en caso de intoxicación alimentaria o química (una taza tres veces al día).
Es útil en edemas y obesidad, pues estimula la producción de orina.
Alcachofa

Es colerética, es decir, ayuda a regular la formación y eliminación de la bilis por parte del hígado. Útil en pacientes con hígado graso. Ayuda a reducir niveles de colesterol alto en la sangre. Ayuda a perder peso por su acción diurética.
Se consume cruda en ensaladas o en infusión, una o dos tazas después de cada comida.
Valeriana

Tiene propiedades sedantes a nivel del sistema nervioso. En insomnio, ansiedad o depresión se usa la raíz en infusión. Se debe tomar una taza tres veces al día.
Manzanilla

Hierba aromática con cualidades antiinflamatorias (de aplicación local o tomada) y antimicrobianas (para problemas de garganta y encías).
Favorece la cicatrización, regula procesos digestivos y es sedante, por lo que se usa en casos de ansiedad o crisis nerviosas. La forma más común de usarla es en infusión, una taza tres veces al día.
Tomillo


Favorece la digestión y evita la formación de gases (una taza tres veces al día, después de comer). Contiene timol, ideal para enfermedades reumáticas (dos tazas dos veces al día).
Sustancias vegetales con beneficios terapéuticos
Aceites esenciales:

 cada uno tiene sus virtudes, por ejemplo, pueden ser analgésicos, fungicidas, diuréticos o expectorantes.
Mucílago

 sustancia vegetal viscosa. Forma una capa protectora y evita la acción de ciertas sustancias irritantes. Útil en males respiratorios y ayuda en casos de reflujo gastroesofágico.
Salicina

 Glucósido cristalizable, de color blanco y de sabor muy amargo. Se extrae principalmente de la corteza del sauce o de las sumidades floridas de la reina de los prados, y se emplea en medicina contra la gripe y el reumatismo
tiene efecto regulador del dolor. Ayuda en enfermedades como gota y artritis.
Flavonoides: tienen propiedades hipotensoras y vasodilatadoras.
Taninos: tienen acción astringente, antiinflamatoria y antioxidante.

ARANDANOS


Aportan en el tratamiento de la diabetes, así como en catarros gastrointestinales e inflamaciones de la vejiga. Las bayas maduras se recogen a mano y se consumen frescas, cocidas (jaleas, mermeladas) o secas. Secos, se mastican para curar la diarrea.